Al colaborar, padres de familia e hijos pueden enfrentar los desafíos de la convivencia escolar con mayor seguridad y madurez, mientras fortalecen su capacidad de vivir en comunidad, con respeto y comprensión mutua.

Juan Felipe Cortés

Coordinador de Mediación Pedagógica

Apoyar la resolución de conflictos desde casa

Es la tarde y tu hijo llega a casa con una expresión de frustración. Mientras comparten un momento juntos, te cuenta: “Hoy en el recreo, Juan y yo discutimos porque no quería que jugáramos mi juego y me sentí muy mal.” Ante sus palabras, sientes la necesidad de intervenir, pero también comprendes que es un momento importante para que él aprenda a manejar los desafíos sociales que forman parte de su vida escolar.

Es natural que los conflictos entre compañeros surjan durante la infancia y la adolescencia. Estas situaciones, aunque a veces incómodas, son una parte esencial del desarrollo de habilidades sociales y emocionales. Resolver conflictos permite a los niños aprender a comunicarse, expresar sus emociones y comprender las perspectivas de los demás. 

Como padres, hay maneras en las que pueden apoyar este aprendizaje desde casa. Estos son algunos consejos prácticos para ayudar a sus hijos a gestionar y resolver conflictos de forma respetuosa y efectiva. Estos pasos no sólo fortalecerán sus habilidades de resolución de problemas, sino que también les permitirán crecer como personas más empáticas y capaces de colaborar en comunidad.

  • Escucha activa: Permita que su hijo cuente su versión de los hechos sin interrupciones, manteniendo contacto visual y mostrando un lenguaje corporal abierto. Este tipo de escucha no solo refuerza la confianza de su hijo en que sus preocupaciones son importantes para usted, sino que también le ayuda a ordenar sus pensamientos y emociones. Es fundamental que sienta que su voz es escuchada sin juicios ni soluciones inmediatas, para que pueda expresarse con libertad.

  • Validar sus emociones: Reafirme que es completamente normal sentir emociones como frustración, tristeza o enojo en situaciones de conflicto. Puede decir frases como “entiendo que te sientas así, es normal en estas circunstancias” o “sé que esto puede ser difícil de manejar”. Validar sus emociones le permite reconocer y aceptar sus sentimientos, un paso crucial en el proceso de autorregulación emocional. Esto también fortalece su autoestima al sentir que sus emociones son comprendidas y respetadas.

  • Haga preguntas reflexivas: Utilice preguntas abiertas para ayudar a su hijo a analizar la situación y considerar diferentes perspectivas. Preguntas como “¿qué crees que podrías hacer la próxima vez?” o “¿cómo crees que se sintió la otra persona?” lo invitan a pensar de manera crítica y ponerse en el lugar del otro. Estas preguntas fomentan el desarrollo de habilidades de resolución de problemas y le ayudan a ver más allá de su propia perspectiva, promoviendo la empatía y la comprensión de la complejidad de las relaciones interpersonales.

  • Ayude a identificar soluciones: Anime a su hijo a explorar posibles formas de resolver el conflicto por sí mismo. Puede guiarlo con frases como “¿qué crees que pasaría si hablaras con tu compañero sobre esto?” o “¿cómo podrías hacer para que ambos se sientan mejor?”. Esta práctica no solo le ayuda a encontrar respuestas más efectivas, sino que también le da herramientas para manejar futuros conflictos de manera más independiente y autónoma. La habilidad de identificar soluciones refuerza la confianza en sí mismo y le enseña que los problemas tienen más de una solución posible.

  • Modelar la resolución de conflictos: Los niños aprenden observando a los adultos que los rodean. Muestre cómo gestiona sus propios conflictos de manera respetuosa y con empatía, explicando los procesos de pensamiento en voz alta cuando sea posible. Por ejemplo, si tiene un desacuerdo en casa, use frases como “vamos a calmarnos y hablar sobre esto” o “quiero escuchar lo que tienes que decir antes de responder”. Este modelo proporciona un ejemplo práctico y real de cómo manejar las diferencias con calma y respeto.

  • Contactar al director de grupo si es reiterativo: Si nota que el conflicto se repite y las estrategias anteriores no son suficientes, es importante que se comunique con el director de grupo. Esta persona tiene un conocimiento profundo del entorno escolar y de las dinámicas entre los estudiantes, lo que le permite mediar en tiempo real y abordar la situación de manera efectiva. Al involucrar al director de grupo, ayuda a garantizar que su hijo y sus compañeros reciban el apoyo necesario para encontrar una solución justa y eficiente.

La resolución de conflictos es una habilidad fundamental tanto para los estudiantes como para los padres. Para niños, niñas y adolescentes, aprender a gestionar y resolver desacuerdos de manera respetuosa les brinda herramientas esenciales para su desarrollo emocional y social. Por otro lado, para las familias, acompañar a sus hijos en este proceso mediante guía y empatía fortalece los vínculos y promueve un ambiente de confianza. Al colaborar, padres de familia e hijos pueden enfrentar los desafíos de la convivencia escolar con mayor seguridad y madurez, mientras fortalecen su capacidad de vivir en comunidad, con respeto y comprensión mutua.

Últimas noticias

XI Cross Country y III Color Run

XI Cross Country y III Color Run

Nos reunimos en la undécima edición de la Cross Country y la tercera Color Run, un evento que ha consolidado su lugar como una tradición nogalista…

Distinción “Profesor nogalista influyente”

Distinción “Profesor nogalista influyente”

Esta semana, con gran orgullo, celebramos el ascenso de nueve destacados profesores, reconocidos como la primera cohorte de “Profesores Nogalistas Influyentes.” Este reconocimiento se otorga a educadores que han demostrado un nivel de excelencia …