A escasos 270 metros, aproximadamente, del límite oriental de la Reserva Thomas Van Der Hammen se encuentra el Biorrefugio Zasqua, un ecosistema restaurado que entra a hacer parte de uno de los espacios que buscan conectividad ecológica en el borde norte de Bogotá.
Zasqua como se le ha nombrado al Biorrefugio por parte del colegio, es una palabra en lengua muisca que significa abrazar, acoger, descubrir, o por lo menos así lo definen sus profesores y estudiantes. De manera complementaria el diccionario muisca – español Muysccubun, definen la palabra Zasqua como “Echarse, colocarse o ponerse alguna persona o cosa en un lugar o condición determinada”. En este caso, siguiendo al pie de la letra la definición sería, se echó agua en el colegio Los Nogales o Caer en el agua. Siec izasqua [o] siegac izasqua. [sic] (González, 1987).
Con un área de 6296m², un cuerpo de agua de 1017 m², 120 cm de profundidad máxima, el Biorrefugio es sin duda uno de los más notables casos de restauración ecológica en Bogotá. Cuenta con la recuperación de ecosistemas propios del altiplano Cundiboyacense, entre los que se encuentran, sub páramo, bosque alto andino, matorral xerofítico y sabana.
“En 2006 el colegio tiene la idea de crear una granja, un espacio donde los estudiantes pudieran conocer más acerca de los animales y las plantas. A medida que se fueron identificando necesidades, la idea se transformó.”
El Biorrefugio Zasqua hace parte de la propuesta del Plan Maestro de Paisajismo implementado en el campus del colegio. Después de un riguroso estudio ambiental del entorno se determinaron los principales corredores ambientales presentes en la zona y aprovechando las condiciones del terreno, se inició la construcción de una colección viva en la cual se representaron los ecosistemas representativos de la sabana de Bogotá: Subpáramo, Corredor Ripario, Bosque Alto Andino, Altiplano, enclave Subxerofítico, zona de Plantas Melíferas y cuerpo de Humedal.
Hace 8 años aproximadamente inició la construcción de Zasqua, la cual involucró a una empresa dedicada al diseño y construcción de proyectos de paisajismo y a la comunidad educativa desde el año 2013, cuando se inauguró, los profesores y estudiantes han sido fundamentales en el desarrollo, involucrando al Biorrefugio dentro de sus currículos.
Diferentes proyectos para medir temperatura, diseño de sistemas de riego, huertas, rescate de semillas nativas, monitoreo de biodiversidad, son algunos de los proyectos que se han abordado desde varias áreas. Las aves han sido un gran motivo para involucrar a los estudiantes, monitoreos han permitido registrar 32 especies que visitan el lugar.
El Pedro Linares nos cuenta que hay aproximadamente 4500 m² de vegetación, la meta son más 4000 árboles, palmas, herbáceas, arbustos entre otras, de más de 120 especies representativas de cada uno de los ecosistemas presentes. Varias de dichas plantas cuentan con una placa que resume la información básica de la especie y adicionalmente tienen un código QR que redirige al portal web que contiene una descripción más completa, algo similar a lo que pasa en el humedal Córdoba.
El Biorrefugio cuenta con una cascada que permite oxigenar el agua y darle un atractivo al lugar, adicional tiene unas islas de vegetación acuática con plantas características de los humedales de Bogotá, donde se destacan el junco bogotano y la enea.
Dentro de Zasqua también encontramos una huerta y zonas de cultivo, donde vienen rescatando semillas nativas, la zona de compostaje que cada vez está más cerca de cumplir con los objetivos trazados para el tratamiento de residuos. En el costado sur oriental, de manera experimental, hay una zona de mamíferos donde se reproducen algunos conejos, por último tenemos el invernadero y laboratorio que funcionan como espacios que se complementan con los ambientes naturales para convertirlo en toda una aula ambiental.